EL ESCAPE DE ÁNCORA SUIZO I (FUNCIONAMIENTO)

 El escape de áncora fué ideado por el relojero británico Thomas Mudge a mediados del siglo XVIII. Los suizos refinaron la idea y hoy en día sigue siendo, a pesar de haber sido superado mecánicamente por el escape co-axial (ninguna afiliación o relación con dicha marca), el escape más utilizado en lo que a relojes de pulsera se refiere.

 El tic-tac de un reloj mecánico es producto de la interacción entre la elipse del volante, el áncora y la rueda de escape. Como ya vimos en el escrito sobre el isocronismo, dicha interacción produce un ligero retraso, que se acentúa según va disminuyendo la amplitud del volante. Vamos a intentar entender estos dos fenómenos de manera paralela. 

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En la figura 1 vemos representados los sonidos producidos por la acción del escape. Vemos 3 picos bien definidos, pero en realidad son el resultado de 5 sonidos encadenados a gran velocidad.

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La figura 2 disecciona las diferentes fases de una alternancia.

 

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 La figura 3 nos muestra el escape ya en acción. La elipse del volante, de retorno de su arco suplementario por la acción de su espiral, choca con el áncora (sonido n°1) apoyada en su poste de limitación y obliga al diente de la rueda de escape a desplazarse hacia el plano de impulsión de la boca de entrada. En la figura 2 el ángulo D-A. Esta fase de contacto produce un ligero retraso (-) porque se trata de una resistencia antes del punto muerto (la línea inaginaria que une los ejes de los 3 móviles).


                                                                                  

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 En las figura 4 vemos como el diente de la rueda de escape, debido a su velocidad de desplazamiento, literalmente cae sobre el plano de impulsion (sonido n°2) de la boca de entrada. En la figura 2, esa caída más el juego de la elipse en el áncora están representadas por el ángulo A-B. Al tratarse de una pérdida de energía (rueda de escape girando en vacío), se produce otro ligero retraso (-).

 

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En la figura 5 la impulsión del diente de la rueda de escape sobre la boca de entrada hace que el áncora golpee la elipse (sonido n°3) impulsando el volante. Los sonidos n° 2 y n°3 suceden en un lapso tan breve que en el gráfico 1 se ven como un solo sonido. Este golpeo (sonido n°3) supone una impulsión antes del punto muerto que da como resultado un adelanto (+) en la marcha. En la figura 2 representada por el ángulo B-M.

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En la figura 6 el diente de la rueda ha seguido impulsando la boca de entrada, continuando el impulso del volante después del punto muerto, hasta hacer que otro diente venga a caer sobre la boca de salida (sonido n°4). Esta impulsión después del punto muerto, representada en la figura 2 por el ángulo M-C produce un retraso (-) en la marcha.

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 En la figura 7 el áncora viene a chocar contra el otro poste de limitación (sonido n°5). Los sonidos n°4 y n°5 suceden una vez más en un lapso tan breve que en el gráfico 1 se registran como un único. El volante viaja ya libre en su arco suplementario ascendente.


OBSERVACIONES

Como podemos observar la influencia del escape (necesario para las impulsiones) en el balanceo del volante es importante. En la interacción del escape con el volante 2 fases producen un retraso y una fase produce un adelanto. Siendo la suma de retrasos mayor que la de los adelantos se concluye que el escape de ancora suizo produce un retraso en la marcha del movimiento. Una vez ajustado, el angulo de contacto del escape con el volante es un valor fijo; de ahí la importancia de conseguir la mayor amplitud posible del volante. Según va reduciéndose la amplitud la influencia del escape se hace más notable, dificultando el reglaje.

Son varios los "defectos" inherentes en la construcción del escape de áncora suizo:

-En la figura 3, cuando la elipse choca con el áncora y el diente de la rueda de escape se desliza sobre el plano de reposo de la boca de entrada, dicha rueda de escape recula (gira hacia atrás). Esto supone una pérdida de energía.

-En las figuras 4 y 5 hay un momento entre la salida del diente del plano de reposo de la boca de entrada hasta el impulso del áncora a la elipse donde se produce una pérdida de energía. El juego de la elipse en el áncora tiene que ser el mínimo posible para minimizar esta pérdida de energía.

-La impulsión del áncora a la elipse es más breve antes del punto muerto (figura 2, B-M) que después de dicho punto (figura 2, M-C). 

-Cuando un diente de la rueda de escape deja la boca de entrada y hasta que otro diente cae en el plano de reposo de la boca de salida (figura 6) hay otra pérdida de energía. Es labor del constructor del movimiento hacer que esta caída sea lo más corta posible.

-La impulsión en la boca de entrada es menos eficiente que en la boca de salida. Imaginemos la secuencia aqui descrita pero sobre la boca de salida y fijémonos en el ángulo del plano de impulsión de dicha boca.

 


                                                                                                      

 
                                                                   







 





 

 



 

 



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