Exactitud y precisión

 Juan y Pedro son dos amigos que comparten la pasión por los relojes de pulsera mecánicos. Juan es informático y Pedro se dedica al reparto de paquetería urgente. Un día que comparten mesa sale el tema de la marcha de sus rejojes, el adelanto o atraso etc... Juan está más que satisfecho, su reloj adelanta una media de 0.5 segundos al día (+0.5 s/d). Pedro en cambio, anuncia con una mueca de resignación que su reloj adelanta 8 segundos al día (+8.0 s/d). Entre bromas deciden cambiarse los relojes por una temporada y quedan para un mes más tarde con la intención de devolverselos cada uno a su portador original. Cuando se vuelven a encontrar constatan que el reloj de Juan ha adelantado 5 segundos al día (+5.0 s/d) en la muñeca de Pedro. El reloj de Pedro, en cambio, no ha variado la marcha (+8.0 s/d) en la muñeca de Juan. ¿Por qué? ¿A qué se debe este fenómeno? Los relojes mecánicos con un sistema de volante espiral se ven afectados en las posiciones verticales por un defecto de equilibrio de dicho espiral (el llamado efecto Grossmann, se abordará más detalladamente en otro escrito) que hace que las marchas varíen ligeramente entre posiciones verticales. En un reloj bien regulado estas diferencias se pueden minimizar hasta cierto punto. Vamos a ver las marchas del reloj de Juan en las 3 posiciones verticales de control (corona abajo, corona izquierda y corona arriba) desde el lado de la esfera, prescindiendo de las dos posiciones horizontales para facilitar la comprehensión:

 


 No damos cuenta aquí que la exactitud del reloj de Juan en su muñeca se debe a una coincidencia de compensación debido al uso y estilo de vida de su portador. El reloj es exacto en su muñeca. Como hemos visto más arriba, la cosa cambia cuando es Pedro quien porta el reloj. El reloj de Pedro da las siguientes marchas:


 

Las diferencias entre las posiciones verticales son mínimas, lo que hace que la marcha sea la misma independientemente del estilo de vida de su portador, ya sea Pedro o Juan. El reloj de Pedro es claramente superior al de Juan como instrumento de medida, posee la cualidad de la precisión. Los 8 segundos de adelanto (+8.0 s/d) se pueden corregir fácilmente. El reloj de Juan tiene un poco más de trabajo...

La exactitud es lo cerca que está la marcha de un reloj de una referencia de control, en nuestro caso 00.0 s/d. Siempre es más bonito que un reloj sea exacto, pero no es una cualidad indispensable. Si se conoce el error no hay más que tenerlo en cuenta a la hora de hacer el cálculo. Siempre y cuando el reloj sea preciso...

La precisión es la variabilidad de la marcha tomada en controles sucesivos. Esta es la cualidad indispensable en un cronómetro, la regularidad de la marcha independientemente de las condiciones. Es la que hacía que los barcos llegaran a puerto cuendo se usaban cronómetros para el cálculo de la longitud en la navegación en alta mar.

 


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